La nostalgia del recomienzo

Mi corazón está lleno de alegría… y muchas emociones resaltan… Ver que los alumnos, miedosos, van adhiriendo poco a poco al proyecto y haciendo las tareas propuestas, aunque algunos con algún retraso, me da ganas de decirles que todo va a salir bien y que, con sus compañeros de los otros países, van a compartir sabiduría, conocimiento, experiencias, alegrías y, quizás, algunas tristezas. Todos los sentimientos forman parte de su crecimiento y les ayudan en su madurez. Estoy muy contenta porque siento que les está gustando mucho formar parte de esta “familia” y son ellos que le dan los colores de que tanto necesitamos en este momento tan conturbado de nuestras vidas.

– Profe, – me pregunta una chica – en cuanto los grupos internacionales estén formados, ¿puedo invitar a los compañeros de mi grupo a visitar Penafiel y a quedar en mi casa?

Ahora os pregunto yo: ¿qué más podemos querer de nuestros alumnos que están ansiosos por conocer a los compañeros de su grupo, a interactuar y a adquirir cultura europea?

Yo leo mucho y, durante mi lectura, pienso en las actividades que los alumnos tienen que hacer y creo que ellos van a crear trabajos maravillosos y a convertirse en los Eurolectores más completos que uno ha conocido en su vida.

Leo, pienso, creo: ¡Eurolector!

¿Hay algo mejor que soñar con viajar a través de los libros?